En México celebramos hasta el 10 de mayo, pero en Japón, el segundo domingo del mes de mayo está dedicado para la mujer que da todo por nosotros sin esperar nada a cambio y que nos ha amado incluso desde antes de nacer.
Por supuesto que hablamos de nuestras madres, mujeres a las que se les celebra en en todo el mundo, pero que como ocurre con otras festividades en Japón, tiene un significado muy especial.
Al igual que en el resto del mundo, a las madres en Japón se les obsequian flores y chocolates, así como también se preparan comidas especiales en las cuales se convive con toda la familia y de cierta manera, se les rinde homenaje por todo su esfuerzo en la crianza de los hijos, así como en su formación como mujeres líderes de la familia.
Y es que ¿Quién no se sorprende de que las madres además de cuidar de sus hijos, de su hogar, de un empleo y de decenas de obligaciones, siempre permanecen hermosas?
Día de las madres en Japón
El Día de la Madre en Japón inicialmente conmemoraba durante el período Showa como el cumpleaños de la emperatriz Kōjun (madre del emperador Akihito) el 6 de marzo. Así quedó establecido en 1931.
En 1937, la primera reunión del “Elogio a las madres” se celebró el 8 de mayo, y en alrededor de 1949 la sociedad japonesa adaptada para celebrar el Día de la Madre el segundo domingo de mayo, al igual que muchos otros países.
Y es justamente para esta fecha en que los japoneses también rinden homenaje a Amaterasu, que es la Diosa del Sol en el Sintoísmo y que sigue siendo la deidad más importante en Japón y el antepasado de la familia imperial.
Okaasan, Haha no hi Omedetou!